Se llama sílabas a las unidades fonológicas en que se divide una palabra cualquiera, de acuerdo a la agrupación mínima de sus sonidos articulados, lo cual generalmente significa la unión de una vocal y una o varias consonantes. Dicho en términos más simples, se trata de los fragmentos sonoros en que podemos dividir una palabra, respetando la lógica de su pronunciación.
Todas las palabras están compuestas por sílabas, desde las más largas hasta las que poseen una sola, y cada sílaba tiene también un núcleo, que en el español es siempre la vocal, dado que su sonido recibe un mayor énfasis en la pronunciación. Por ejemplo, en las sílabas “man-”, “-cha-” y “da”, la vocal a sería el núcleo de cada una. Atendiendo al número de sílabas de una palabra podemos clasificarlas en monosílabas (1), bisílabas (2), trisílabas (3), tetrasílabas (4) y polisílabas (5 o más).
Asimismo, las sílabas pueden clasificarse de distintas maneras, algunas de las cuales detallaremos más adelante. Dicha distinción puede parecer escolar, pero en algunas lenguas es fundamental dada su naturaleza silábica, como el japonés: cada signo de su escritura no representa un sonido simple, como en el español, sino el sonido de una sílaba completa.
Además, la correcta división silábica de una palabra nos permite interrumpirla cuando se nos agota el espacio de escritura en un renglón, continuándola debajo sin afectar la comprensión de la palabra.
Sílabas tónicas y átonas
Dentro de una misma palabra, las sílabas se pronuncian con entonación muy diferente. Algunas reciben una entonación regular, semejante, mientras que una sola posee una entonación mayor, más intensa, convirtiéndose en el centro sonoro de la palabra. A esta última se la conoce como sílaba tónica: la sílaba sobre la cual recae el acento prosódico (no necesariamente el acento ortográfico, o sea, el escrito) y se pronuncia más fuertemente que el resto (llamadas entonces sílabas átonas).
Por ejemplo, en la palabra “cayó” la sílaba tónica es la última, y está marcada además con un acento ortográfico. Pero en la palabra “cayo” la sílaba tónica es la primera y no lleva acento ortográfico. Se trata de dos palabras distintas con significados distintos, y dicha diferencia está marcada fonéticamente por la ubicación de la sílaba tónica. Ocurre lo mismo con “mamá” y “mama”, o con “súplica”, “suplico” y “suplicó”.
Las sílabas tónicas se consideran, además, como el núcleo de la palabra, y dependiendo de su ubicación, podemos distinguir en español cuatro tipos de palabras:
Sílabas simples y compuestas
Dependiendo del número de letras involucradas en una misma sílaba, podremos conocer la complejidad o sencillez de su sonido conjunto, y clasificarlas de acuerdo a este criterio. Así, las sílabas sencillas, con sólo dos letras, una vocal y una consonante, serán sílabas simples: “ma-má”, “ta-za”, “bo-te”, “lo-mo”, “ca-sa”; mientras que las sílabas complejas, con más de dos letras en una misma emisión de voz, serán sílabas compuestas: “pas-tar”, “cro-tos”, “plan-cha”, “bru-jas”, “gra-tis”, “chis-te”.
Sílabas libres y trabadas
También conocidas como sílabas abiertas y cerradas, se distinguen a partir de la presencia de una coda silábica. Así, las sílabas libres carecen de coda y las sílabas trabadas la presentan.
Ahora bien, una coda silábica no es más que un tipo de terminación consonántico de la sílaba, dado que su núcleo generalmente debe ser una sílaba o un diptongo. Es decir: si la sílaba termina en una consonante, se considerará cerrada o trabada, como es el caso de “cor-”, “pa-”, “sen-”, “tris-”, “-tar”, “-bir“, etc., ya que dicha consonante constituye una coda silábica. Por el contrario, si la sílaba termina en vocal, carecerá de coda y se considerará abierta, como es el caso de “-to”, “-pá”, “-da”, “-te”, “re-”, “su-”, etc.
Palabras separadas en sílabas
A continuación varios ejemplos de palabras separadas en sílabas (la sílaba tónica está subrayada):
- Porotos. Po-ro-tos
- Caparazón. Ca-pa-ra-zón
- Bujía. Bu-jí-a
- Sorpresa. Sor-pre-sa
- Justicia. Jus-ti-cia
- Motel. Mo-tel
- Comadreja. Co-ma-dre-ja
- Tul. Tul
- Biorritmo. Bio-rrit-mo
- Gigante. Gi-gan-te
- Pozo. Po-zo
- Desinteresado. De-sin-te-re-sa-do
- Ejemplo. E-jem-plo
- Rápidamente. Rá-pi-da-men-te
- Trepidante. Tre-pi-dan-te
- Monótonamente. Mo-nó-to-na-men-te
- Servicio. Ser-vi-cio
- Protagonizó. Pro-ta-go-ni-zó
- Adversidad. Ad-ver-si-dad
- Pequeño. Pe-que-ño
- Holístico. Ho-lís-ti-co
- Frecuencia. Fre-cuen-cia
- Impertinente. Im-per-ti-nen-te
- Compórtate. Com-pór-ta-te
- Núcleos. Nú-cle-os
- Xilófono. Xi-ló-fo-no
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